La endrocino dice que estoy obeso.
Parece ser que hay una fórmula que te dice si eres obeso o anoréxico o un figurín; consiste en dividir tu peso por la altura al cuadrado y después consultar una tabla.
La obesidad es una enfermedad de ricos, de los que comemos tres o más veces al día. En el mundo occidental comienza a ser preocupante porque es una de las enfermendades más extendidas.
En África la obesidad no es un problema. El hambre y el sida sí. Por eso no puedo entender, ni siquiera aceptar, los frívolos gritos de los que todo lo saben pidiendo más energía en el control de los cayucos. Pidiendo sin decirlo que les paren, que les devuelvan a casa, que no queremos más negros en nuestro país. Ironizando porque la regularización del Gobierno ha servido de "efecto llamada" a miles de extranjeros para llegar a las costas canarias este verano. Es decir, lo mismo que pasa todos los veranos en las costas canarias, pero éstos vienen en cayuco y no en avión y no se pasan el día bebiendo cerveza. Y son negros y pobres.
Y es que la globalización es lo que tiene, ¿no decían que era genial eso de la libre circulación de capitales y personas? ¿O es que los de Mali no son personas? "Si, claro, son personas, pero es que no es lo mismo...".
Dice Hobsbawm en su interesantísima biografía "Años interesantes" (gracias, Mariano): "Un mundo dedicado al movimiento libre de todos los factores de producción capaces de generar beneficios es también un mundo dedicado a frenar la única forma de globalización que es abiertamente deseada por los pobres, a saber la posibilidad de encontrar un trabajo mejor pagado en los países ricos".
Esta y no otra es la base del catecismo neoliberal. No se podría explicar en menos palabras. Para que la Aldea Global sea un hecho tiene que ser necesariamente una Aldea del Primer Mundo edificada sobre el hambre del Tercero.
...
La endocrino me dice que si sigo bajando peso a este ritmo, en noviembre dejaré de estar obeso.
viernes, septiembre 22, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Romenauer, lamento disentir. En el catecismo neoliberal no está el que la gente no pueda moverse. Eso está en el catecismo comunista. Mira sino en Cuba o Corea del Norte lo fácil que es salir del país. No nos equivoquemos. Tampoco está el proteccionismo, como hacen la izquierda y la derecha europea en general, condenado a otras agriculturas para no perder los votos de sus campesinos. Ahora bien, tampoco hay que engañarse. España sola no solucinará el problema del hambre en África, ni tenemos capacidad para absorber, por ejemplo, a catorce millones de personas por mucha hambre que pasen.
En fin, cuidado con el sobrepeso. Como se nota los que viven bien...
:-)
Se te ha olvidado mencionar "el muro de las libertades" entre EE.UU. y México, para favorecer el tránsito de la mano de obra barata al Imperio.
Ese sí que mola.
¿Tu endocrino dice que estás obeso?
¿Y a qué esperas para asesinar cruelmente a esa rata estalinista, nenaza?
Ya estás tardando. Y eso lo van a saber en olimpo, que lo sepas.
Estaba hablando de otro romenauer, no de mi...
;o)
Publicar un comentario