Ya tenemos hecho diferencial madrileño, ea!

Los madrileños estamos hartos de que el resto de los celtiberos tengan hechos diferenciales. Como no tenemos idioma propio (mas allá de marcar las eses como si fueran jotas, el leismo y acabar en zeta algunas palabras que acaban en d como la propia Madriz), ni grandes mitos a los que recurrir antes del dos de mayo de 1808, el Gobierno de la Comunidad de Madrid está buscando nuevos elementos de construcción de identidad colectiva.

El primero de ellos es el de buscar un opresor del pueblo madrileño. Al principio, barajaron la idea de un simple oponente, al estilo del Barça con el Madrid, pero la existencia del Atlético y los dos añitos de títulos de Rijkaard, lo desaconsejaron hasta que no se vea lo que puede rendir Capello. Por eso se inclinaron por buscar un opresor. Y lo han encontrado. ¿Adivinan quién?

Evidentemente, ZP.

ZP asfixia Madrid. Nos ahoga económicamente, tan aislados que nos tiene en el centro de la Península. Lo ha dicho Doña Esperanza y Doña Engracia, y los datos son claros, Madrid se ve agraviada por lo que el Estado va a invertir en Castilla La Mancha, Extremadura y Galicia. Unas CC.AA. que a la vista está que no necesitan las inversiones que necesita Madrid, que aquí se pasa mucha necesidad, que como es la capital del Estado, hay tropecientosmil funcionarios y la mayor parte de las sedes sociales de las empresas, pues que se creen que todo el monte es orégano. Pues no, problemas los de Madrid y no los de Trujillo o Pontevedra.

Sin embargo, este discurso no puede calar por si solo. Necesitamos algo que lo complemente. Algo que de verdad nos haga diferentes al resto, ya que como a ZP le de por asfixiar a otra CC.AA. gobernada por el PP, se nos fue al garete el invento. Y aquí es donde entra el segundo elemento que constituye el hecho diferencial: la antipatía.

Si, señores, Esperanza Aguirre quiere hacer que Madrid sea antipática al resto, que todos la reconozcan por lo que nunca fue, por ser el lugar del mal rollito. Y así, comenzamos a diferenciarnos del resto de las CC.AA. no por tener el mayor número de plazas de educación infantil de 0 a 3 o porque la edad de emancipación de los jóvenes sea la más baja o porque la precariedad en el empleo sea la inferior del país. No, eso son chorradas que no imprimen conciencia colectiva. Hay que marcar las diferencias en cosas que de verdad joden.

Por ejemplo, en lo de fumar. El fumador madrileño podrá hacerlo en una boda gracias a que se reconoce el derecho de autodeterminación de los novios. Y que sepan que nada de vals para empezar el baile, a partir de ahora el chotis. No sabemos que pasará si en la pareja hay un miembro no madrileño, pero que sepan que gracias a nosotros todavía se podrán repartir enormes puros a los señores y cajetillas de cigarrillos a las señoras. Uf, menos mal. Además, los madrileños podremos seguir disfrutando de ojos rojos y ropa con olor a marlboro al llegar a casa gracias a esta iniciativa. A que empiezan a querer pedir la nacionalidad madrileña... Pues esto no es nada.

Como vamos sobrados de servicios públicos, de escuelas infantiles, de colegios, de centros de salud, de centros de menores y de mayores, de bibliotecas, de CAPIS... pues que vamos a bajar aún más los impuestos (un punto en el tramo que le corresponde del IRPF). Ni sucesiones, ni donaciones ni nada que acabe en ones... A que jode! Aquí paga impuestos el que quiere, que para eso somos de Madriz. Todo el dinero para el madrileño, para que así pueda pagar la escuela infantil privada, la "ayuda voluntaria" para la escuela concertada y le operen en una clínica privada. Y como somos más chulos, tenemos presupuestos sin déficit y una deuda en la M-30 del Ayuntamiento que es la envidia de España. Envidia cochina es lo que tenéis.

Pero esto seguía siendo poco. Necesitábamos alguna Institución que nos diferenciase formalmente del resto. Difícilmente podríamos montar una Academia de la Lengua o de la Historia, porque no tenemos nada de eso, así que nos fuimos a lo fácil: un Sistema propio de Contabilidad. ¡Toma germona, pastillas de goma! (madrileñismo).

Aquí, en nuestra tierra, los enfermos que van a ser operados no esperan tanto como en sus CC.AA. No, aquí sólo esperamos 30 días. Es cierto que en Madrid los días ya no son como los suyos, de esos de 24 horas con día y noche, pero eso no es culpa nuestra. En Madrid se inventó el ábaco, que lo pone en los libros de conocimiento de medio. Les cuento mi caso para que vean lo antipáticos que podemos llegarles a parecer. Si yo fuera de León o de Valencia o de Sevilla, el día 28 de septiembre en que me dijeron que me tenían que operar hubiera entrado en la Lista de espera quirúrjica. En Madrid no. En Madrid entro en la Lista el día 25 de octubre en el que fui al anestesista. Si no fuera de Madrid, el 27 de noviembre que tengo la próxima cita con el médico, ya habrían pasado dos meses en lista de espera, pero en nuestra realidad nacional, no. Aquí sólo habrán pasado poco más de 30 días, porque en estas latitudes los días son más largos. ¿Qué les parece? Pues ni aún así me operan en 30 días como dice Aguirre. Todavía no tengo fecha.

También hay otra cosa que nos va a hacer más antipáticos. El Neumococo. Si no les jode esto ya, no se muy bien que necesitan para reconocernos el hecho diferencial. Resulta que aquí no sólo va a ser gratis, sino que rompemos el calendario vacunal único de España. ¡Tomaaaaaaaaaa! Me río yo del Plan Ibarretxe, del Estatut y de la realidad nacional andaluza... A ver si lo superáis, listillos!

Anda y que os ondulen con la permané...