La clasificación se aprieta, porque hay más igualdad que nunca. Hacía tiempo que no había tantos equipos en tan pocos puntos llegados a la mitad de la liga.
El líder jugó rematadamente mal y entregó en bandeja el triunfo a un Mallorca que dominó el partido. ¿Miedo a las alturas? ¿Bache? Lo cierto es que algunos de sus jugadores como Navas, Escudé o Renato han bajado el nivel y se nota. No es el único. El Espanyol pasó por encima del Barça con el tridente De la Peña-García-Tamudo, que cuando están motivados, son de lo mejor de la liga. El Madrid de los nuevos fichajes parece apuntar alguna mejora y las tertulias radiofónicas y televisivas tienen nuevas (¿?) cosas de las que hablar: De la crisis al campeonato en un partido. El Valencia sigue con paso firme hacia arriba y asusta, mientras que el Atleti demuestra que es un gran equipo fuera de casa.
Hay que destacar la manita de Osasuna al Betis, para rebajar las euforias. ¿Soldado no es un buen delantero centro para el Madrid? Luis Fernández sabe que la Liga española no es tan fácil como para que las cosas cambien de un día para otro. Que se lo digan a la Real o al Ahletic que no son capaces de salir del pozo en el que parece que el Nastic se ha quedado a vivir.
Pude ver el Chelsea-Wigan, un despropósito de pelotazos en el que la única diferencia entre equipos es que el balón lo baja Robben, regatea y marca, o le rebota en la espinilla a Heskey y sale fuera de banda. Nada que ver un equipo de final de la tabla de la Premier con uno de la Liga. Demasiada diferencia. Y el Chelsea del músculo tampoco es agradable de ver. Por su parte el Inter sigue sumando de tres en tres y sólo le podrán quitar el título investigando sus relaciones con los árbitros como a la Juve.
Finalmente, segunda derrota consecutiva de Zamora, a domicilio y contra uno de los rivales directos, el Barakaldo.
lunes, enero 15, 2007
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