Es una cuestión de principios

Si Ud. lee los periódicos y alucina con lo que pasa en Izquierda Unida, no se preocupe, no está solo, los que pertenecemos a IU también alucinamos. Si además de alucinar, le interesa, me he permitido escribir un pequeño tratado de lo que ROME cree que pasa en IU, con el objetivo de aclarar las cosas a propios y extraños, siempre desde mi personal punto de vista.

Lo que hace particular este caso, es que en Madrid IU ha traspasado con creces el umbral de lo razonable a la hora de ponerse de acuerdo en elegir sus candidaturas. Es decir, a IU siempre se le concede algo de tiempo para que tras la pelea se ubiquen todos en las listas y hala, a empezar la campaña electoral. Pero esta vez no. A escasos cuatro meses de las elecciones, IU no tiene cabezas de lista al Ayuntamiento y a la Asamblea de Madrid. ¡Un desastre!

Y lo peor es que, salvo los pocos iniciados, nadie entiende en qué consiste la enésima crisis de IU-CM. La primera de las razones para que en IU haya este lío y en el PP y el PSOE no, es que aquí nuestros Estatutos señalan que las candidaturas las eligen los militantes y no se admite el criterio "digital". Es decir, aquí es imposible pensar en una forma de elección a lo Sebastián o a lo Rajoy, tanto para las candidaturas como para los puestos de dirección. Y eso tiene cosas buenas y malas, pero para alguien como yo, las buenas superan a las malas.

Dicho esto, ¿imaginan qué elemento es el más importante en IU para mandar?

¿La coordinación general?

¿El Grupo Municipal en el Ayuntamiento de Madrid?

¿El Grupo Parlamentario en la Asamblea?

Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!

Eso son minucias al lado de lo que verdaderamente importa a la hora de controlar la organización: los censos de afiliación.

Y me dirán, ¿es que los censos no son públicos y transparentes para saber cuántos afiliados hay, quienes son y si están al corriente de pago?

En la federación de Madrid no.

Esta y la federación de Andalucía, se niegan a hacer públicos a la Dirección Federal de IU sus censos, de forma que nos encontramos con que las correlaciones internas de fuerzas varían dependiendo de las "necesidades de los que mandan", o lo que es lo mismo, de Ángel Pérez y sus partidarios, que llevan controlando la organización desde mediados de los años 90. Por eso, los órganos de dirección cambian a sus miembros a discreción, no es imposible ganar una sola votación, y se es capaz de mandar a Inés Sabanés al banquillo para premiar a algún otro compañero fiel, a pesar de que aquella sea la tercera persona más valorada de Izquierda Unida después de Rosa Aguilar y Gaspar Llamazares. Por eso también, existen localidades del cinturón metropolitano sur donde oficialmente tenemos casi los mismos afiliados que el PSOE pero un tercio o menos de votos que aquellos (800 en Leganés y Móstoles o 500 en Fuenlabrada), y otras donde gobernamos con mayoría absoluta o relativa y no pasamos de 120 afiliados como Rivas-Vaciamadrid o San Fernando de Henares. El resultado es que los censos inflados condicionan todas las decisiones, desde la política a la elección de puestos y cinco asambleas bien controladas del Sur, determinan toda la política de IU-CM.

Por eso, IU-CM ha desaparecido de los medios de comunicación desde el verano y casi nadie conoce ni nuestras propuestas, ni nuestros candidatos, y no es gratuito que las encuestas auguren malos resultados para IU-CM.

Si lo han entendido hasta aquí, el resto es fácil. Desde que yo estoy en IU se ha mirado a otro lado soslayando estas irregularidades por el bien de la organización en un ejercicio bienintencionado de responsabilidad ante el electorado. Pero ya no. La gota que ha colmado el vaso es la designación de Ángel Pérez como candidato al Ayuntamiento de Madrid en contra de la decisión de la militancia de las asambleas de los distritos y con el apoyo de todas esas asambleas infladas de las que hablábamos antes. Y la otra gota es la defenestración de Inés Sabanés en un momento en el que no nos sobra ni un solo voto.

¿La solución? Acabar de una vez por todas con el "mamoneo" de los censos. Porque cualquier parche que pongamos a esta situación no va a resolver nada. Mañana volverá a pasar de nuevo.

Se impone en IU-CM la definición de democracia que dice que es el gobierno de la mayoría pero permitiendo a las minorías que algún día sean mayoría. Hoy eso es imposible en IU-CM. Por ello, muchos militantes (de los reales) nos negamos a que siga siendolo sólo porque alguien contabilice más cheques para simular más cuotas y por lo tanto más afiliados que le aseguren el puesto.

Esta situación no se intercambia por puestos en una lista. Esto es pan para hoy y hambre para mañana. Esto una cuestión de principios.